lunes, 20 de agosto de 2012

Elogio de Santander


Esta ciudad pasa por ser una de las más bonitas de España, y de cierto que lo es, un sitio magnífico para los aficionados a la fotografía, pues salvando las inevitables barriadas, unas construidas durante la posguerra y otras durante los años 70, 80 y 90 del pasado siglo (de ellas no voy a hacer mención), hay muchos lugares que merecen la pena y por los que puede uno darse una vuelta con toda comodidad.

En primer lugar se puede señalar el ensanche, barrio construido durante la segunda mitad del siglo XIX... 




Las casas del paseo de Pereda, en el ensanche santanderino, desde la pedreñera, o sea, la lancha que lleva a Pedreña.

... y su aledaño Puertochico, dársena que fue de los pescadores hasta la mitad del siglo pasado (dársena de Molnedo) y hoy ha sido ocupada por los barcos de recreo de los ricachos.








A continuación, tras recorrer el paseo de Reina Victoria (con magníficas perspectivas sobre las aguas de la bahía), llegamos a la península de la Magdalena, que encierra uno de los mayores y más vistosos parques de este país, con sus playas y su palacio de cuento de hadas presidiéndolo todo.



... y para acabar esta breve enumeración, la zona de las playas conocida como El Sardinero. En la imagen se ve la Primera Playa.





Y aquí dejo esta última foto, en la que se ve la pedreñera, una de las lanchas que unen la ciudad con los pueblos de enfrente, Pedreña y Somo, pero también llevan a quien lo desee a darse un garbeo por las aguas de la bahía. Se abordan en el muelle aledaño al paseo de Pereda, y a todo el mundo recomiendo que la tome y se dé una vuelta en ella.