No
cabe duda de que España es un país de contrastes, y no sólo en lo paisajístico,
sino también en el elemento humano que lo puebla. He aquí tres ejemplos de lo
que digo, españoles en su salsa: 1) Gente en un bar de la plaza del Mercado
Viejo de Baeza, en la provincia de Jaén (obsérvese el suelo, típico de bar
español); 2) Madre e hija en un mercado, y 3) foto a la que se podría
denominar: que Dios nos coja confesados (aunque, por lo menos, hace sol).
A
este respecto puede verse el siguiente enlace, en donde se amplía esta
información: